domingo, 11 de marzo de 2007

BALCANES: Mathias Enard



Foto: I.N., Gato de Sarajevo, 2003




Soliloquio del francotirador
Novela



ISABEL NÚÑEZ



Culturas, 01/12/2004




Un francotirador, apostado en los tejados de una ciudad no identificada, cualquier Beirut de nuestra época (o Sarajevo o Vukovar, aunque los nombres arabizantes evocan Oriente Medio), se concentra en la perfección del tiro como lo haría un samurai o un artista clásico. Perdida ya no sólo toda moralidad, sino cualquier sentido de la realidad más allá de los límites de su propia supervivencia, el narrador contempla a los demás habitantes del mundo como hipotéticos blancos y se relaciona con ellos casi exclusivamente como tirador. La guerra ha invadido la ciudad, ha engullido y transformado la cotidianeidad y la depreciación de la vida humana es tan completa que su horror sólo aparece aquí como el paisaje que atraviesa el orgulloso y solitario protagonista, prestigioso héroe que apenas concibe ya una realidad sin guerra, un trabajo que no consista en matar. La presencia de una adolescente a la que contrata para que cuide de su enloquecida madre –se trata, sobre todo, de acallar las protestas de los vecinos por los gritos de la mujer alucinada– es el único elemento capaz de alterar ese paisaje. El deseo parece, por un momento, despertar ternura, contención y cierta alegría en el narrador. Pero es un momento fugaz, ilusorio, un pequeño paréntesis en su mente de psicópata.

Narrada con un dominio y una economía de lenguaje que deslumbran, esta novela breve, que le valió a su autor el premio Emée de La Rochefoucauld y el Prix des Cinq Continents de la Francophonie 2004, restituye con precisión la realidad de la guerra como orgía, según la definición de Durkheim. Más allá de la falacia de atribuir la fiesta de la sangre y la embriaguez de la violencia a unos cuantos locos primitivos, el autor la devuelve a su lugar, inherente a la condición humana y la civilización, reverso de nuestra sociedad, por el simple procedimiento de convertir al francotirador en narrador. Mediante sus gestos, sus pensamientos y su poética del horror, recordamos que la guerra no es una excepción, sino una condición crónica, que estalla una y otra vez tras los intervalos de una paz ficticia, una paz que camufla otras guerras soterradas de poder económico y social y dominación
La perfección del tiro es la sorprendente primera novela de Mathias Enard (1972), traductor y profesor de lenguas orientales, que ha vivido en Oriente Medio durante años y en la actualidad reside en Barcelona. Espléndidamente traducido por Manuel Serrat Crespo, este libro de tan cuidada edición es uno de los primeros frutos de Reverso Ediciones, la nueva editorial impulsada por Ana Nuño y apoyada en su presentación por Juan Goytisolo, como iniciativa contracorriente ante las estrechas limitaciones mercantiles del mundo editorial. Uno de los rasgos que muestran su excepcionalidad es el lugar que se concede a la traducción, reflejado en la presentación del traductor que se hace en la pestaña del libro. Sin duda el nacimiento de esta editorial es una buena noticia para los lectores, pero también para críticos y traductores.

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